¿De qué estamos hechos?

El reflejo de nuestro carácter

4/18/20251 min read

person pouring coffee on mug
person pouring coffee on mug

Hay un dicho que dice: "Los buenos marineros no se hacen en aguas tranquilas." Pero, adaptémoslo un poco: Los buenos esposos, los buenos profesionales, los buenos empresarios… tampoco se forjan sin haber pasado por dificultades.

El crecimiento y el progreso no son caminos rectos ni fáciles. Necesitamos viento en contra para fortalecer nuestro carácter y dar frutos que realmente valgan la pena. La vida, nos guste o no, viene con su propio set de desafíos, algunos inevitables. Pero aquí viene la buena noticia: siempre tenemos la opción de decidir qué hacer con esas circunstancias.

Para entenderlo mejor, quiero compartirte esta analogía que encontré en internet:

Imagina que tienes una taza de café en la mano y, de repente, alguien te empuja, haciendo que el café se derrame por todas partes.

¿Por qué derramaste café? - te preguntan

"¡Porque me empujaron!"

No. Derramaste café porque había café en tu taza. Si hubieras tenido té, habrías derramado té.

Lo mismo pasa con nosotros. Cuando la vida nos sacude (porque tarde o temprano lo hará), lo que llevamos dentro es lo que termina saliendo. Es fácil mantener la calma cuando todo va bien, pero cuando las cosas se complican, nuestra verdadera esencia se revela.

Entonces, la pregunta clave es: ¿Qué hay en tu taza?

Cuando las cosas se ponen difíciles, ¿Qué es lo primero que sale?

¿Alegría, gratitud, paz y humildad?
¿O enojo, amargura, victimismo y ganas de rendirte?

La vida te da la taza, pero tú decides con qué llenarla.

Así que hoy, hagamos el esfuerzo consciente de llenarla con gratitud, perdón, alegría, palabras de afirmación, resiliencia, positividad, amabilidad, gentileza y amor por los demás.

Porque, al final del día, lo que llevamos dentro es lo que dejamos salir al mundo.

Liliana Henríquez