¿Eres amigo cactus o amigo bonsái?
Formas de relacionarse
2/28/20252 min read
El autoconocimiento es una pieza clave de la autoestima. Básicamente, se trata de saber qué nos gusta y qué no, desde lo más sencillo—como nuestro café favorito, el sabor de helado que siempre elegimos o el estilo de ropa con el que nos sentimos cómodos—hasta aspectos más profundos, como qué nos genera ansiedad y qué nos molesta.
Y cuando llevamos el autoconocimiento al terreno de las relaciones, nos encontramos con una pregunta interesante: ¿Cómo me gusta relacionarme con los demás?
Últimamente se ha vuelto popular la idea de los “amigos cactus” y los “amigos bonsái”, términos que describen dos formas muy diferentes de vivir la amistad.
Amigo cactus: Es ese amigo que no necesita mucho mantenimiento. Puedes pasar semanas sin hablar con él, pero cuando lo haces, la conexión sigue intacta. Para ellos, el tiempo de calidad es más valioso que la frecuencia del contacto. No requieren mensajes constantes ni largas conversaciones diarias para sentirse queridos.
Amigo bonsái: Es el amigo que necesita atención frecuente, como un bonsái. Le gusta la conexión diaria, los mensajitos de "¿cómo estás?", las llamadas espontáneas y las reuniones frecuentes. Si no hay un cuidado constante, siente que la relación se enfría.
Ninguno es mejor que el otro. Lo importante es saber qué tipo de amigo eres tú y qué tipo de amigos tienes a tu alrededor.
Ahora bien, cuando un amigo cactus y un amigo bonsái se encuentran, la dinámica puede ser desafiante. El cactus puede sentirse abrumado por la necesidad de contacto del bonsái, mientras que el bonsái puede frustrarse porque siente que su amigo cactus no le da suficiente atención. Sin embargo, si ambos quieren que la amistad funcione, pueden encontrar un equilibrio: el cactus puede hacer un esfuerzo por conectar un poco más seguido y el bonsái puede aprender a dar espacio sin tomarlo como desinterés.
Al final, somos seres humanos maravillosamente complejos, y eso es lo que nos hace únicos.
Conócete y conoce a tus amigos. Así sabrás cómo nutrir tus relaciones sin forzar nada.
Y tú, ¿eres cactus o bonsái?
Liliana Henríquez
Nota: Si te interesa ver una perspectiva bíblica sobre este tema, te invito a ver la grabación de una clase que impartí a un grupo de mujeres donde utilicé esta misma analogía del cactus y el bonsái. Ver clase.
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