Heridas o cicatrices

Proceso de transformación

2/13/20251 min read

Últimamente, parece que todo el mundo habla de heridas emocionales y traumas. Y, la verdad, me encanta ver cómo cada vez somos más conscientes de nuestra salud mental y del impacto que tiene en nuestras vidas y relaciones. Pero hay algo que me preocupa: muchas personas se quedan atrapadas en el papel de víctima, usando este conocimiento como excusa para no tomar las riendas de su vida.

No me malinterpretes. Todos tenemos una historia, una biografía llena de momentos felices y otros de mucho dolor. No se trata de minimizar el sufrimiento de nadie, pero llega un punto en el que debemos preguntarnos: ¿quiero seguir revolcándome en mi dolor o estoy listo para sanar?

¡Basta de quedarnos en la herida! Es momento de sanar, restaurar, avanzar. Una vez que tomamos consciencia de nuestras heridas y de los patrones disfuncionales que arrastramos, el siguiente paso es claro: transformarnos. Porque no es justo, ni para nosotros ni para quienes nos rodean, seguir sangrando por la misma herida una y otra vez.

Y aquí viene la clave: cuando decides hacerte responsable y cambiar, algo mágico sucede. Tu herida deja de ser una herida y se convierte en una cicatriz. Es como pasar de oruga a mariposa.

¿Y cuál es la diferencia? La herida duele y sangra. En cambio, la cicatriz se ve, pero no duele.

Las cicatrices cuentan historias. Las heridas cuentan dramas.

Así que pregúntate: ¿quiero seguir contando mi historia desde el drama o desde la resiliencia?

Es tu decisión. Es tu historia. Escríbela con amor.

Liliana Henríquez

five assorted butterflies
five assorted butterflies