Nuestra vida es una serie original de Netflix

Hay series que no solo se ven, se sienten. Aterrizaje de emergencia en tu corazón es mi serie coreana preferida hasta ahora. Tiene 16 episodios, pero hay uno —el número 9— que me encantó. Justo cuando faltan 4 minutos para terminar, el Capitán Ri le dice a Seri:
“Solo un paso más, no es nada”.
¡Es para desmayarse en 3, 2, 1…!

Si no la has visto, obviamente te la recomiendo. Pero para entender por qué esa frase tiene tanto peso, necesitas ver los episodios anteriores y los que siguen. Solo así logras comprender todo lo que está en juego en ese momento, todo lo que ha pasado entre ellos, todo lo que falta por suceder.

Y así es también nuestra vida: una serie de muchos episodios que, juntos, forman la historia completa.

Ver solo una parte no basta. Un episodio aislado no muestra todo lo que hemos vivido, ni explica nuestras decisiones, ni revela el aprendizaje detrás de las caídas. Nos perderíamos los encuentros que marcaron un antes y un después, los procesos silenciosos, las batallas internas, las pérdidas que nos cambiaron y los logros que nos alegraron la vida.

Desde que nacimos, estamos escribiendo nuestra propia serie. No sabemos cuántos episodios tendrá, pero sí sabemos que no faltarán emociones. Habrá subidas y bajadas, aciertos y fallas, momentos de plenitud y otros de espera. Pero aquí estamos, intentando vivir con intención, dejando huella, aprendiendo a hacer las cosas mejor.

¿Cuál es nuestro compromiso como protagonistas?

• Hacer lo mejor que podamos con los recursos que tenemos hoy.

• Aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta.

• Crecer cada día con intención y propósito.

• Aprender a gestionar nuestras emociones, sin reprimirlas ni dejarnos arrastrar por ellas.

Somos los personajes principales de esta historia… pero no los productores.
Dios es el productor. Nosotros somos los actores.

Hay escenas, tramas y giros inesperados que no entendemos aún, pero que Él ya tiene previstos. A veces nos cambia el guion, otras nos pide improvisar. Pero siempre nos da lo necesario para seguir adelante.

Podemos confiar en que sabremos qué hacer en el momento justo. Porque esta vida que se nos entregó como un regalo, merece ser bien vivida. Y aunque algunos episodios parezcan confusos o pesados, estoy convencida de algo:

Todos tenemos un episodio 9. Uno que nos marca, que nos transforma, que nos recuerda por qué vale la pena seguir.

¿Ya viviste el tuyo? Quizás sí, pero si no, tranquilo(a) que ya está por llegar.

Liliana Henríquez