Sanar después de una ruptura

Duelos hay de todo tipo, pero todos comparten algo en común: una pérdida significativa.
Sé que todos hemos pasado por algún tipo de duelo —migratorio, por fallecimiento, por desempleo—, pero hoy vamos a hablar del duelo por ruptura de pareja.

Este tipo de duelo, a diferencia de otros, tiene la particularidad de que uno sigue viendo “al difunto” después de la separación, y las redes sociales no ayudan para nada.

Hay rupturas que se presienten, que se ven venir de lejos…
Pero hay otras que toman por sorpresa a alguna de las partes, y esas son las más dolorosas.

Si estás en ese segundo grupo y sientes que la vida se te derrumbó como un castillo de arena, quiero decirte algo:
Sí, es cierto, la vida tal como la conocías se derrumbó.
Sí, duele porque la visión de un “nosotros” se desvaneció y ahora sientes un vacío enorme.
Y sí, vas a salir de esta, igual que superaste otras etapas difíciles de tu vida.

1. Reconoce la pérdida

Acepta que la relación ya no existe y permítete llorar todo el tiempo que necesites. No reprimas tus emociones.

2. Corta el contacto

No tengas contacto con tu ex. Bloquea, elimina, ignora… lo que sea necesario para que tu cerebro no se conecte con los recuerdos del pasado. Como dice el refrán: “Ojos que no ven, corazón que no siente”.

3. Ten paciencia

Estás construyendo nuevas rutas neuronales donde tu ex ya no es protagonista, y eso toma tiempo. Cada contacto con él o ella reinicia el proceso. No sabotees tu avance.

4. Invierte en ti

El tiempo que antes dedicabas a la relación, inviértelo en ti. Haz ese curso pendiente, sal con tus amigos, enfócate en otras áreas de tu vida: trabajo, familia, amigos, ocio, salud. Tu vida no se limita al área de pareja.

Si sigues estas recomendaciones, podrás hacer tu duelo de manera saludable, te quedarás con los aprendizajes que dejó esa relación y estarás listo(a) para lo que venga.

Advertencia: No empieces una nueva relación por miedo a estar solo(a). Date el tiempo para cerrar bien este ciclo, porque de lo contrario es probable que repitas el mismo tipo de vínculo. De cada experiencia se aprende; si no, la lección regresa con otra cara, pero con la misma esencia.

Si ves que el proceso te resulta más difícil de lo esperado y te genera mucha ansiedad, quizá haya un tema de dependencia emocional que trabajar. ¡Pilas con eso!

Te deseo lo mejor y estoy aquí para ayudarte si sientes que te estancas en el camino.

Liliana Henríquez