Tres pasos para que tu vida no pierda el ritmo

Sal del modo supervivencia

9/5/20251 min read

woman standing on dock
woman standing on dock

¿Alguna vez has sentido que corres todo el día, pero al final no sabes exactamente en qué se fue tu energía?
Vivimos con agendas llenas, pero no necesariamente plenas. Entre pendientes, mensajes, reuniones y compromisos, terminamos agotados, con la sensación de que avanzamos poco… y mal.

Nos llenamos de miles de ocupaciones que nos dispersan entre todo y nada, sin una secuencia clara que nos permita disfrutar las bendiciones que Dios nos da. Nuestro sistema de organización es tan deficiente que, al final, apenas completamos un par de cosas… y no del todo bien.

A veces, la solución es quitar cosas de la agenda porque necesitaríamos días de 50 horas para hacerlas todas. Pero otras veces, solo necesitamos encontrar un ritmo que nos funcione: uno que nos permita distribuir esfuerzos y concentración de forma más efectiva.

Yo encontré el mío, y es más sencillo de lo que imaginé. Lo adapté a tres pasos —muy minimalista— y me ayuda a llevarle el ritmo a la vida sin sentirme tan desfasada:

DAR – RECIBIR – DESCANSAR

Porque esta es la verdad:

  • Si solo doy, me seco.

  • Si solo recibo, me saturo.

  • Si no descanso, me agoto.

Y cuando aplico esta secuencia, todo fluye mejor.

¿Qué puedes dar hoy?
Amor a tus hijos, apoyo a tu pareja, ayuda a tus amigos, servicio en tu trabajo, tu atención.

¿Qué puedes recibir?
Tiempo de lectura, journaling, hacer ejercicio, terapia, tener momentos de silencio.

¿Cómo puedes descansar?
Desconectándote del trabajo, paseando, viajando, viendo una serie.

DAR – RECIBIR – DESCANSAR es el ritmo que últimamente me mantiene tranquila, con el estrés controlado y viviendo con intención… no en modo sobrevivencia.

Te lo comparto porque me funciona, y creo que a ti también podría ayudarte.
Prueba este ritmo durante una semana. Observa cómo cambia tu energía, tu paz y tu productividad. Luego cuéntame tu experiencia.

Liliana Henríquez